domingo, 28 de agosto de 2011

¿Pluralidad temática?

Dentro de todas las profesiones siempre hay mitos  que no trascienden más allá de su pensamiento popular. El periodismo no podría ser la excepción. La periodista Leiga Guerriero,  merecedora del premio FNPI por su trabajo “Rastro en los huesos”, publicado en Gatopardo, reflexiona sobre las mentiras del periodismo en la sociedad de hoy en día. Para ella, las creencias sobre la profesionalización del periodismo, el auge de la crónica y la necesidad de tener influencias para ser un  profesional exitoso en este campo se quedan cortas de sustento. Así mismo, expone que en Latinoamérica el tratamiento de temas siempre resulta sesgado por el interés de los periodistas a abordar el lado marginal de todas las historias. Este último postulado parece evidenciarse claramente en nuestro país.
 
En Colombia, el tema del periodismo y la labor que desempeñan tanto los grandes medios como las personas dedicadas a este oficio, últimamente ha sido muy  cuestionado y puesto en tela de juicio, de hecho, la sociedad actual se encuentra un poco escéptica frente a la información divulgada por los mass media.

Tal como lo afirma Leila Guerriero, nuestro país tiene una gran preferencia por contar la historia triste y traumática, con el fin de generar emociones en el espectador. Tan solo basta con abrir un periódico, ver un noticiero o leer una crónica para saber que las situaciones abordadas siempre se basan en las problemáticas sociales del país: conflicto armado, pobreza, desigualdad social, etc. Sin embargo, el enfocarse en estos temas genera que los periodistas sólo muestren  un lado de la realidad, lo cual es entendible ya que se sienten más comprometidos con este tipo de temas, pero hay que resaltar que el periodista no es el profesional encargado de hacer justicia, sino de contar una realidad completa.

Gran parte de esta responsabilidad la tiene la ciudadanía, pues ella tiene en sus manos el poder de exigir una diversidad  en el tratamiento de las temáticas por parte de los periodistas, no obstante, prefieren consolidarse como una audiencia pasiva que recibe, sin mayor participación, toda la información brindada por los mass media.

Como si fuera poco, los medios de comunicación han perdido gran credibilidad en sus temas debido a la ausencia de la pluralidad de fuentes. Los grandes intereses económicos y políticos que mueven a estas empresas de información hacen que las noticias sólo sean contadas a través de una sola voz, aquella que les conviene, lo cual genera que muchas versiones sean opacadas y el debate público sea imposible de llevar a cabo.

Ahora la labor es para nosotros, los periodistas en potencia. Está en nuestras manos la decisión de velar por el buen ejercicio del periodismo. Hay que rescatar el cuarto poder al que representamos y garantizar la objetividad de nuestra información, que la curiosidad nos deje ir más allá de lo evidente e intentemos ver todos los matices de los hechos noticiosos.